Categoría: Desarrollo Personal

  • POR QUÉ PARA QUÉ, PROPÓSITO DE VIDA

    POR QUÉ PARA QUÉ, PROPÓSITO DE VIDA

    Hoy es un día muy especial, no solo porque celebro un aniversario de mi vida, sino porque se hace realidad un objetivo que ha sido perseguido con pasión y determinación. Siguiendo el ejemplo inspirador de mi madre y de mi hijo, me complace enormemente compartir con todos ustedes mi gran tesoro, mi primer libro: POR QUÉ PARA QUÉ, PROPÓSITO DE VIDA.

    En él, comparto con ustedes parte de mi historia personal y los valiosos aprendizajes de cada una de mis experiencias, que han dejado una huella profunda en mí, impulsándome a buscar un propósito más significativo. Para mí, compartir esos aprendizajes y experiencias se ha convertido en una manera de dejar un legado y cumplir con mi propósito de vida: Ser Portadora de Luz y Alegría. Creo firmemente que todos tenemos un propósito único y especial, y mi deseo es ayudar a los demás a descubrirlo y vivir una vida llena de significado.

    Este libro no solo es una recopilación de mis propias experiencias, sino también un conjunto de disparadores y reflexiones diseñados para que los lectores puedan aplicarlos a sus propias vidas.

    La profunda búsqueda de mi propósito siempre ha sido una constante en mi camino. Solía cuestionarme si lo que estaba haciendo en mi vida era realmente lo que debía hacer. Siempre he sentido la necesidad de aprender, de explorar y de adentrarme en el conocimiento de mí misma. A medida que el tiempo avanzaba y acumulaba experiencias y aprendizajes, me di cuenta de que mi propósito de vida trascendía más allá de los eventos y circunstancias y que éste era algo intangible, que conectaba cada vivencia y momento con un significado mayor. Descubrí que vivir con propósito no solo implica cumplir objetivos en el plano físico, aunque no niego su importancia. Se trata de conectarme con algo más grande, algo que da sentido a cada paso que doy y en cada decisión que tomo. Esta epifanía fue un punto de inflexión en mi vida y me impulsó a adentrarme aún más en el tema del propósito de vida. Me llevó a compartir mis reflexiones, aprendizajes y experiencias.

    Cada página escrita conlleva un sentimiento de orgullo y satisfacción, porque sé que será leído por quienes realmente necesiten leerlo. El proceso de escribir y compartir este libro con el mundo ha sido una decisión de gran importancia, ya que implicó abrirme por completo y compartir mis experiencias y emociones más profundas. Durante este viaje, me he enfrentado a desafíos y obstáculos significativos, especialmente al exponer mis vulnerabilidades y revelar quién soy en realidad. Sin embargo, superar estos desafíos ha sido fundamental para intentar ser un ejemplo para aquellos que todavía no se atreven a hablar abiertamente sobre sus propias vulnerabilidades.

    A lo largo del proceso de escritura, he aprendido a agradecer cada vivencia, reconociendo que todas ellas han contribuido a moldear la persona que soy hoy y han sido piezas fundamentales en la construcción de mi propósito. Este proceso también me ha desafiado a ser auténtica y transparente, superando el temor de ser juzgada o malinterpretada. Sin embargo, comprendo que mi misión es más importante que cualquier miedo o duda que pueda surgir. He aceptado que al compartir mis experiencias y mostrar mi vulnerabilidad, brindará una oportunidad de conexión y empoderamiento con mis lectores. Estoy convencida que ser honesta y auténtica es el camino para inspirar a otros a abrazar su propia vulnerabilidad y encontrar el propósito en sus vidas.

    Espero sinceramente que a través de estas palabras, los lectores puedan conectarse consigo mismos de una manera profunda y significativa. Deseo que encuentren respuestas a esas preguntas internas que a menudo nos acosan y descubran la claridad y la dirección que desean. Mi mayor anhelo es que este libro marque el comienzo de un viaje de autodescubrimiento, iluminando el camino de cada lector en su búsqueda de propósito y significado. Estoy convencida de que todos nosotros tenemos un potencial inmenso para vivir una vida auténtica y abundante, anclada en el presente, en el hoy, donde podemos dar lo mejor de cada uno en cada momento, entregando de lo que se nos piden, sirviendo y aportando de manera significativa al realizar cada acción extraordinariamente bien.

    Ana Cristina de la Torre

    12 de junio de 2023

  • ¡Silencio Bruno!

    ¡Silencio Bruno!

    Recientemente, en este caminar por el mundo del Coaching me pidieron que pensara con quien suelo tener conversaciones de manera más frecuente. Por supuesto pensé en mi esposo, en mis hijos, en mis compañeros de trabajo, entre otros. Analizando más allá, la respuesta era la menos evidente y la más lógica: conmigo mismo.

    Todo el día y en todo momento tenemos esa conversación interior que está presente y nos acompaña en cada instante de la vida, cuando estamos con otras personas, antes y después de tomar decisiones, con cada actividad que realizamos. No importa lo que hagamos, incluso si no estamos haciendo nada, literalmente estará ahí, a lo mejor para cuestionar exactamente eso. Esta voz nos acompaña desde que amanecemos hasta que anochecemos hasta el día en que decidimos tomar conciencia de su existencia. ¡En este momento, cada que aparece la podemos identificar y podemos tomar la decisión de escucharla o no!

    Pues bien, ayer, junto con mi familia nos repetimos la última película de Pixar Animation Studios, LUCA. Una obra que transmite muchos conceptos interesantes de analizar. ¡Qué capacidad para reflejar tantas realidades en las que vivimos! Por ejemplo, la mentalidad del ser humano para crear miedos y temores propios basados en leyendas y monstruos inexistentes o también la forma en que construimos prejuicios sobre otras personas y sus situaciones, como también el modo de retratar un caso de bullying de un chico que, por un temor personal, proyecta hacia otros ese hostigamiento. Todos esos ejemplos tranversalizados por una voz interior que de alguna manera es la que domina, toma las decisiones y tiene el control en muchos aspectos de nuestra vida. Por supuesto, este último detalle es el que llama mi atención. 

    Alberto, el mejor amigo de Luca bautiza a esa voz interior como «Bruno», y de una manera muy natural le cuenta a Luca que Bruno vive en su cabeza y que su objetivo es boicotearle permanentemente, y que, por tanto, la única manera de seguir hacia adelante y de concretar metas es callándola. Es así, como una de las frases más importantes y con mayor connotación de esta película es: ¡SILENCIO BRUNO! 

    Alberto es un personaje que vive en la soledad y que llevado por esa necesidad de compañía motiva a su nuevo amigo a lanzarse a vivir, a experimentar, a ir tras sus sueños, a literalmente salir del miedo y caminar hacia la valentía. Luca aprende magistralmente que cada vez que tiene miedo y no se atreve a dar el siguiente paso tiene que gritar a todo pulmón: ¡SILENCIO BRUNO! Y poco a poco ese grito se hace parte de él, generando un nuevo nivel de conciencia al respecto.

    Para todos aquellos que todavía no la han visto, pues les invito a verla. Para todos aquellos que ya escucharon esta frase a través de redes (que ya se viralizó), ahora ya saben cuál es su origen y qué hay detrás de ella.

    Desde el punto de vista del Coaching y del Juego Interior de Timothy Gallwey, Bruno representa ese Yo 1; mientras que el Yo 2 está representado por la conciencia, las acciones, la capacidad de experimentar, aprender, disfrutar y generar resultados.  El detalle de esto lo pueden ver en el artículo “Descubriendo «El Juego Interior»”, que con mucho cariño lo escribí en enero de este año.

    Curiosamente, navegando por diferentes metodologías de Coaching, y diferentes autores, esta conversación interna se encuentra retratada de diferentes maneras, y, sin embargo, siempre está presente:

    Por ejemplo, para Joseph O’Connor y Andrea Lages en su libro “Coaching the Brain”, la explicación desde la neurociencia está en la existencia del Sistema 1 y el Sistema 2.  El primero enfocado en respuestas rápidas e impulsivas y dominado principalmente por el sistema límbico (llamado comúnmente como nuestro cerebro reptiliano). El segundo aquel sistema reflexivo, analítico que se toma tiempo para la toma de decisiones basadas en hechos y establecido principalmente en el neocórtex. ¿Cuál es nuestro desafío de acuerdo con la neurociencia? Pues actuar en función de nuestra capacidad de análisis, generar conciencia sobre las emociones generadas por la amígdala, ubicada en el sistema límbico, e ir hacia la acción y permitir que nuestro Córtex Prefrontal actúe. Es decir, la amígdala y el sistema límbico son responsables del Yo 1 y el Córtex Prefrontal corresponde al Yo 2.

    El coaching ontológico no se queda atrás. Alfonso Espinosa S. y Carla Zarlenga R., en su libro Be Coach, El Lenguaje nos hablan sobre “Lo público y lo privado del lenguaje humano”. Su primera forma de identificar a esa voz interior es haciendo referencia al famoso Pepe Grillo de Pinocho; un insecto parlante que la representa y que muchas veces dice las cosas que no queremos escuchar o que no queremos que otros escuchen. El coaching ontológico lleva esta conversación interna a otro nivel, pues no solo es aquella voz que nos limita (Yo 1), sino que también está presente esa conversación basada en hechos (Yo 2) que nos permite identificar nuestras emociones y actuar sobre ellas, que nos permite identificar nuestros errores o equivocaciones y nos empuja a enmendarlos y a generar esas conversaciones tan importantes, que, aunque pueden ser incómodas, también pueden sanar y movilizarnos de un lugar a otro, que nos permite observar cada situación desde una perspectiva diferente y nos ayuda a generar afirmaciones y datos para sostener y/o dar de baja juicios y creencias con los que vivimos día a día. Alfonso y Carla describen estas conversaciones como públicas o privadas, siendo la columna izquierda la que retrata esta conversación privada y la derecha la que retrata la conversación pública.

    Cada explicación entregada por los diferentes autores llega al mismo fin. ¿Cómo generamos otro nivel de conciencia? ¿Cómo aprendemos a dominar esa voz interior que puede detenernos? ¿Cómo identificamos esa conversación privada que nos mueve a la acción? ¿Cómo nos abrimos a nuevas opciones, nuevas posibilidades, nuevos caminos? ¿Cómo damos un siguiente paso para ir hacia ese objetivo tan añorado?

    Empecemos por reconocer aquello que nos detiene y nos limita y demos pequeños pasos hacia la acción, la generación de nuevas experiencias, el aprendizaje y el disfrutar de cada momento de la vida.

    Mi invitación el día de hoy, a que identifiques esa voz interior que te limita, la bautices y la detengas así cómo Luca lo logró a través de gritar: ¡SILENCIO BRUNO!

    Ana Cristina de la Torre, 02 de octubre de 2021

    «Meditación», Acuarela y Plumilla (40 cm x 30 cm). Autor: Mae de la Torre, Quito – Ecuador.

  • Crisis

    Crisis

    En este nuevo recorrido de formación para convertirme en Coach Ontológico, uno de mis aprendizajes más recientes me permitió profundizar el concepto del lenguaje. ¿Qué es el lenguaje? ¿Cómo nos define el lenguaje?

    Me pareció fascinante comprender que de hecho éste nos define. ¿Acaso el lenguaje define nuestros pensamientos o son nuestros pensamientos los que definen nuestro lenguaje? ¡Interesante!  De la misma manera como el cerebro genera un hábito con las múltiples acciones que realizamos en el día a día, lo mismo hace con nuestros pensamientos.  Entonces, si nuestro lenguaje genera pensamientos o nuestros pensamientos generan lenguaje, ¿de qué depende que podamos habituar al cerebro a pensar de una manera u otra? 

    Mientras más aprendizajes adquirimos a través de múltiples fuentes como la lectura, la escritura, la formación personal y profesional, las artes, etc., más distinciones podremos conquistar para comprender el mundo con una mirada diferente; para generar nuevos pensamientos y validar nuestras creencias, modificarlas o crear otras, para expresarnos diferente, para actuar bajo novedosas premisas y por consecuencia para generar acciones y hábitos que definirán quien es mi nuevo ser.

    “Cada vez que distinguimos algo nuevo, ganamos un aprendizaje, ampliamos nuestro repertorio lingüístico, extendemos nuestra mirada del mundo, nuestra capacidad de acción”

    2019 Alfonso Espinosa Serrano y Carla Zarlenga, Colección Be Coach, El Lenguaje

    Alguna vez, hace mucho tiempo atrás me mostraron un símbolo chino, un ideograma, para explicarme que en ese idioma, la palabra «crisis» como nosotros la concebimos, no existe. 

    ¿Qué se te viene a la mente cuando decimos crisis? Probablemente está atada a emociones negativas. Hoy por hoy, la pandemia en la que estamos inmersos ha generado una “crisis global”, definida por problemas sociales, económicos, de salud, etc.  La misma Real Academia de la Lengua da siete significados a la palabra, de los cuales normalmente nosotros nos identificamos con:

    “Situación mala o difícil”, o en el contexto político indican “Reducción en la tasa de crecimiento de la producción de una economía”, o en el contexto de salud lo denominan “Intensificación brusca de los síntomas de una enfermedad”. 

    Pues bien, claramente podemos denotar que en estas tres definiciones nuestra lengua, el español, ata el significado de crisis a consecuencias negativas. Nuestras distinciones sobre este concepto nos llevan siempre a relacionar crisis con peligro, con efectos negativos, generando posiblemente ansiedad o miedo.

    Así que, volviendo al símbolo chino, para ellos no existe la palabra “crisis” como tal.  Para ellos el símbolo en chino tradicional es el siguiente:

    Traducido a nuestra lengua, este se conforma por dos palabras que nosotros las identificamos de la siguiente manera:

    ¿Qué quiere decir esto? Que, desde su distinción, en el lenguaje chino cuando ocurre un cambio profundo, un suceso con posibles consecuencias profundas, su mirada estará enfocada en cómo encontrar la oportunidad en dicha situación y sus pensamientos y acciones estarán alineados al momento crucial, a la toma de decisión para salir de esa amenaza o peligro. Esta distinción marca su forma de actuar. En lugar de paralizarse en el miedo, la ansiedad o la frustración, de inmediato los lleva a la valentía generando aprendizajes y oportunidades.  Sin irnos muy lejos, un ejemplo claro y reciente es la pandemia. China es el país que la originó y quien tiene la situación controlada. De hecho, sus vacunas ya están alrededor del mundo y siguen generando oportunidades para los suyos, alrededor de esta situación.

    Entonces, te invito a pensar que significado le quieres dar a la palabra “crisis”. ¿Te animas a verla desde una nueva perspectiva?

    Recuerda que siempre tendremos dos opciones.  De ti depende decidir cuál camino tomar, que pensamientos mantener, que acciones seguir y que hábitos alimentar.

    ¡Que hoy sea una verdadera oportunidad de vida para ti!

    Ana Cristina de la Torre – Julio, 2021.

  • Propósito

    Propósito

    Cada persona es un mundo.

    Cada mundo es una historia.

    Cada historia está llena de experiencias.

    Cada experiencia está llena de aprendizajes.

    Desde el momento en que llegamos a esta vida, estamos rodeados de personas que nos enseñan y nos guían. Indefensos y sin juicios aprendemos a interpretar el mundo a través de los lentes de otras personas y de la realidad en la que nos encontramos, normalmente nuestra familia cercana. A medida que crecemos, cada situación que vivimos, cada conversación que tenemos, cada relación que generamos, cada experiencia por lo que pasamos nos enseña a ver el mundo con unos lentes únicos, lo que nos permite construir nuestra propia realidad; una realidad exclusiva para cada persona, una realidad que va formando creencias en nosotros.  Estas creencias pueden movernos a la acción o en algunos casos nos pueden limitar, pues nos llevan a pensar que no somos capaces de alcanzar nuestros sueños, o peor aún, no nos han permitido que soñemos más allá de nuestra realidad.

    «Cada persona construye su realidad desde su experiencia y la realidad de cada persona es única.» 

    Joseph O’Connor and Andrea Lages – Coaching the Brain

     ¿Alguna vez has tenido ideas que empiezan con “no puedo” o “esto siempre me sale mal” o “es mejor que lo haga otro” o “qué pereza”? Estos son ejemplos de cómo una creencia puede limitar nuestra capacidad de acción y de dar un siguiente paso, de movernos hacia dónde queremos. ¿Qué hay detrás de esas preguntas? ¿Acaso alguna creencia más profunda que te hace pensar que no te lo mereces, o que no tienes el talento?

    La buena noticia es que solo el hecho de reconocerlas nos da la oportunidad de generar un cambio. El comprender que una creencia fue formada por una realidad no quiere decir que sea la realidad que debas vivir en adelante. El pasado no tiene por qué definir tu presente o tu futuro. Del pasado se obtiene aprendizajes y sobre ello tomas nuevos caminos y nuevas acciones. ¡Tú y solo tú decides quién eres y hacia dónde quieres ir!

    Dicho esto, aprovecho estas líneas para explicarte sobre la magia del coaching. El coach es una persona que te puede acompañar a identificar aquellas creencias, aquellos hábitos, aquellos pensamientos que no te permiten dar un siguiente paso. Normalmente lo sabemos, sin embargo, nuestro cerebro está tan acostumbrado a actuar de cierta manera porque “se la creyó” que no le interesa cambiar de hábito. Es más fácil seguir cómo está.

    «Los hábitos son nuestros amigos cuando queremos quedarnos igual, pero cuando queremos cambiar se convierten en nuestro enemigo.»

    Joseph O’Connor and Andrea Lages – Coaching the Brain

    El coach te lleva a la autorreflexión, permitiéndote descubrir en ti mismo el origen de aquellos hábitos que te gustaría dejar y aquellas creencias que quisieras transformar. Suena difícil, sin embargo el primer paso consiste en comprender que “SI ES POSIBLE”.  Aunque a nuestro cerebro le gusta quedarse cómo está, también está dispuesto a interpretar la realidad o las experiencias pasadas desde un nuevo punto de vista, a generar un nuevo camino y a empezar a andar sobre éste, hasta volverlo un nuevo hábito que en esta ocasión nos permitirá motivarnos, impulsarnos y movilizarnos.

    «Para cambiar un hábito de pensamiento debes actuar diferente, para cambiar un hábito de acción debes pensar diferente.»

    Joseph O’Connor and Andrea Lages – Coaching the Brain

    Creo firmemente que mientras más personas se formen en este camino, mejor va a estar el mundo. ¿Por qué? Porque el coach es quien te lleva de un lugar a otro. Pero no quien te lleva de la mano, sino quien te acompaña para que tú descubras en tu interior esa luz que está esperando a ser encendida y que va a iluminar el camino por donde quieres transitar sabiendo que lo único que hace falta es dar ese primer paso. Es quien te ayuda a que tú reconozcas aquellos hábitos que probablemente no están aportando en tu vida, aquellas creencias que quizás están limitando tu acción o peor aún, que te hacen sentir que tú no puedes llegar a ser lo que sueñas.

    Te invito a reflexionar sobre tus creencias. Te invito a ponerte unos lentes con un filtro diferente, un filtro de luz, un filtro de amor, de amor primero contigo mismo y después con los demás. Te invito a sumarte en esta ola de servicio, de entrega, de comunidad. ¡Te invito a caminar en tu vida con propósito!

    Ana Cristina de la Torre – Abril, 2021.

    «Espejo»​, Óleo, Autor: Mae de la Torre, Quito-Ecuador.
  • Gratitud

    Gratitud

    Hace más de un año que en el Ecuador empezó la alerta del Coronavirus COVID19 y nos vimos obligados a aislarnos. Algunas personas estaban en sus hogares y otras no.  Sin importar donde, no podíamos salir. Fue el inicio de una nueva dinámica de vida y una transformación a nivel mundial que el día de hoy continúa.  Científicos en todo el mundo se han esforzado para sacar adelante una o varias vacunas que puedan dar alivio a la situación que estamos viviendo. Como en todo, hay grupos a favor y en contra por muchas razones válidas para ambas partes.  Está claro que todo el 2021 será un año para experimentar los resultados de la vacuna y quizás un alivio para el próximo.  Eso está por verse, mientras tanto, la guardia sigue: uso de mascarilla, distancia social, desinfección y en lo posible aislamiento.  Quién diría que al salir el día de hoy ya no podríamos ver las caras de las personas ni su lenguaje facial pues están detrás de una mascarilla. Quién diría que para entrar a muchos lugares te medirían la temperatura, te desinfectarían y entonces podrías seguir. Quién diría que entretenimientos masivos como el cine, conciertos, bares, etc., iban a disminuir drásticamente si no es del todo, para evitar contagios. Quién diría que los negocios de turismo estarían al borde del colapso y estarían en búsqueda de ideas para reinventarse y poder aguantar un poco más. Quién diría que el mundo se abriría oficialmente a una nueva modalidad de trabajo a distancia o teletrabajo, donde no importa con quien estés compartiendo, cuántos hijos tengas, qué tan grande sea tu espacio, tienes que adaptarte y buscar la manera de salir adelante.  Quién diría que este año pasaría tan rápido y que el sosiego con el que vivíamos hace una año, hoy, sea un aprendizaje de adaptación, perseverancia, tenacidad y respeto a la vida, a las normas establecidas, al prójimo.

    Con este preámbulo, quiero compartirles que hace un año atrás, no precisamente en nuestro hogar pues como les mencioné en algún escrito anterior, la pandemia nos atrapó fuera de nuestra ciudad, acepté dos desafíos espirituales. Ambos encaminados a profundizar en el descubrimiento de nuestro ser interior, nuestra conexión con nuestro creador, la infinidad de posibilidades que existen en nuestro alrededor y que están ahí para nosotros, y la capacidad nuestra para abrirnos a esas posibilidades y permitirnos vivirlas y sentirlas.  Hoy, haciendo un «STOP» y revisando mis notas, me encontré con una lista de todas las personas que de alguna manera han estado a lo largo de mi vida y a quién quisiera decir «GRACIAS», gracias porque en su momento marcaron mi vida,  me acompañaron, me escucharon, me guiaron, me desafiaron, me descubrieron, me acogieron, me hicieron reflexionar, estuvieron ahí para mí en diferentes hitos de mi vida, compartimos momentos especiales, compartimos experiencias inolvidables, compartimos etapas de vida, compartimos alegrías y tristezas, sembramos recuerdos, sembramos relaciones, sentimos, vivimos, gozamos y tantas cosas más. 

    Hoy revisando esa lista pude revivir cada uno de esos momentos y decidí nuevamente caminar por esa línea de recuerdos con todo el deseo de asegurarme que no me haya olvidado de nadie.  El objetivo del año pasado fue escribir 50 nombres, el día de hoy llegué a 88 y sigue subiendo. Qué lindo sentimiento el saber que siempre han habido ángeles cuidándonos y guiándonos en nuestra vida. Qué lindo sentimiento el comprender que una relación buena marca la diferencia, y aun cuando la vida te lleva a vivir nuevas experiencias, tú sabes que esas personas siguen ahí  y que siempre estarán en tu corazón. Qué lindo pensar en este último año y poder agregar varios nombres en esa lista, porque dentro de las circunstancias, se siguen presentando personas maravillosas dispuestas a caminar junto a ti. Qué linda experiencia el poder revivir aquellos momentos por los cuales puedo decir GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS simplemente por ser parte de mi vida, parte pequeña, parte grande, etapa corta, etapa larga – no importa, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS y MIL GRACIAS.

    Los invito a regalarse ese espacio y a hacer su propia lista. Los invito a vivir esos momentos valiosos de gratitud y a recordar que cada experiencia que tenemos es parte de nuestro camino de autodescubrimiento. No importa lo que hayamos vivido, estamos aquí para aprender, para compartir, para entregar, para servir. Cada experiencia que hayamos tenido es parte de ese camino que nos permite ser quienes somos y nos permite tomar la siguiente decisión. Está en nosotros el decidir por qué camino seguir y yo escojo el de la GRATITUD.

    Fotografía: San Lorenzo, Manabí – Ecuador.

    Ana Cristina de la Torre, Marzo 21, 2021

  • ¡Feliz Día Mujer!

    ¡Feliz Día Mujer!

    Hoy 8 de marzo es un día especial para celebrarlo como Mujer. Aún cuando todos los días son nuestros, este es especial porque a lo largo de la historia la mujer ha tenido que luchar para ser escuchada, porque todavía hay lugares en el mundo donde no lo somos y hoy nos reconocen a nivel mundial por lo que si somos y representamos.

    Palabras sabias:

    Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor.

    Proverbios 31:25-26

    Si algo tengo claro es que nuestra capacidad de dar supera cualquier límite, nuestra capacidad de guiar está innata en nuestro ser, y nuestra capacidad de amar se ve reflejada en nuestro instinto natural de ser madres, de ser únicas, de ser justas, de ser especiales y de ser revolucionarias.  Es por ello por lo que el día de hoy me atrevo a identificarme con este acróstico:

    Te invito a hacer el tuyo, ¿con qué palabras te identificarías?

    ¡FELIZ DÍA MUJER!

    «Mujer y Madre»​, Óleo, Autor: Mae de la Torre, Quito-Ecuador.
  • Un nuevo amanecer

    Un nuevo amanecer

    ¿Qué está pasando hoy y aquí?  ¿Te diste cuenta de qué color amaneció hoy el cielo? ¿Prestaste atención a esos sonidos que llegan a través de tu ventana cuando amaneces? ¿Pudiste distinguir sonidos propios de la naturaleza? ¿Le diste la oportunidad a tu cuerpo de estirarse sintiendo que cada parte de éste despertaba y se preparaba para el día? ¿Respiraste profundamente permitiendo oxigenar cada célula de tu cuerpo y recibiendo y distribuyendo esa energía llena de luz en todo tu ser? ¿Diste Gracias por una nueva oportunidad y un nuevo desafío de vivir? ¿por simplemente despertar? ¿por sentir, por mirar, por escuchar…?

    Muchas veces al despertarnos, permitimos que tantas ideas vengan a nuestra cabeza, nos ponemos a planificar el día, quizás analizamos eventos del día anterior y cuestionamos decisiones o acciones del pasado. Quizás nos proponemos hacer o decir algo que ayer no logramos. Tomamos nuestro celular y nos ponemos a leer noticias, redes y cualquier otra cosa que “consideramos importante”. 

    Te has puesto a pensar que el hecho de haberte despertado es el primer acontecimiento grande del día y hay que celebrarlo y honrarlo como tal. Con este pequeño detalle empieza la posibilidad de muchas acciones y empieza la posibilidad de concentrarnos en el aquí y en el ahora.  El despertarnos es un acto tan simple que puede pasar desapercibido o algo tan grande que podemos darle el espacio que corresponde dedicando el 100% de los sentidos al cuerpo y a la mente. Una pequeña acción que ayuda a dejar de lado al Yo 1 (esa voz interior que desde el amanecer intenta interferir), dando paso a nuestro cuerpo, a sentir; empezando a conquistar un nuevo hábito que no te toma más allá de 10 minutos y que puede hacer la diferencia. Una pequeña acción de vivir el presente y cada momento que lo acompaña, que con seguridad te generará mejores resultados y te regalará una nueva perspectiva al sensibilizarte con tu entorno.  No se trata de dejar de hacer lo que haces, se trata de colocar toda tu atención en cada detalle empezando por aquel que te está regalando un nuevo día, es simplemente actuar con conciencia desde ese primer momento. Los desafíos que tenemos por delante pueden ser muy grandes, y, sin embargo, puedo asegurarte de que el empezar con gratitud y con todo tu ser hará la diferencia.

    Pequeñas conquistas generan grandes resultados.

    ¿Estás dispuesto a dar ese primer paso?

    Ana Cristina de la Torre, 14 de febrero de 2021

  • Descubriendo «El Juego Interior»​

    Descubriendo «El Juego Interior»​

    Como ya les he contado, el año pasado representó para mí un camino de aprendizaje en todo sentido. La vida me dio la oportunidad de incorporar nuevos conceptos que me llevaron a la reflexión, y que de alguna manera siempre estuvieron ahí y que ahora quiero compartir con ustedes.

    ¿Te suena familiar esa vocecita en la cabeza que te habla diciéndote frases como: “mejor mañana”, “esto es muy difícil para mí”, “esto no fue destinado para mí”, “que suerte que tienen ellos”, “que pereza”, “no tengo tiempo”, “algún día será” y tantas otras frases que normalmente interfieren en algo que te gustaría hacer o que sabes que quieres hacer, pero hasta el día de hoy no lo has logrado?  Son aquellos pensamientos que te permiten justificar ¿por qué no has caminado hacia ese sueño tan anhelado? Esas voces que no te permiten actuar o que te paralizan cuando estás dispuesto a hacerlo. Esas creencias que están en tu cabeza decidiendo por ti y limitando tu accionar porque te recuerdan comentarios negativos que has escuchado sobre ti o experiencias pasadas que tal vez resultaron diferente a cómo las esperabas.

    ¿Sabías que todos los seres humanos escuchamos esa voz? Ha estado ahí casi desde que empezamos a entender el mundo que nos rodea y desde que fuimos influenciados por nuestro entorno y nuestras experiencias. Esa voz creció con nosotros y se convirtió en una especie de “consejero” que, aunque parecía que intentaba prevenirte de algún “mal momento”, en el fondo lo que hacía es detener tus posibilidades de crecimiento y aprendizaje.

    Timothy Gallwey, reconocido como el padre del Coaching a través de su libro “El Juego Interior del Tenis” publicado por primera vez en 1974 y con su última edición en el 2006, bautiza a esa vocecita que interfiere como el “Yo 1”.  Además, nos cuenta que dentro de nosotros también hay el denominado “Yo 2”. Éste es nuestro verdadero ser, el que sabe realmente quienes somos, el que conoce nuestro verdadero potencial y lo capaces que somos para alcanzarlo. El Yo 2 es el que nos lleva a la acción, el que nos da seguridad y confianza sobre lo que somos y podemos ser, el que nos permite caminar hacia adelante porque fuimos destinados para ello. El que nos permite reconocer nuestras aptitudes y capacidades. El Yo 2 nació con nosotros, nos permitió aprender a caminar sin ningún tipo de interferencia. ¡Sí! ¡Nos caímos! y volvimos a levantarnos. ¡Sí! ¡Nos equivocamos! y eso nos trajo experiencia. ¡Sí! ¡Algunas veces perdimos! y fue cuando más aprendimos.

    El Juego Interior se trata de eso. Siempre habrá dentro de nosotros un Yo 1 diciendo no puedo y un Yo 2 dispuesto a darlo todo e ir detrás de nuestros sueños y de nuestros anhelos. El Yo 2 será quien nos lleve a dar ese primer paso.

    La buena noticia es que al reconocerlos podemos comprender cómo manejarlos… todo comienza por identificarlos.

    ¿A quién quieres alimentar: al Yo 1 o al Yo 2?

     Ana Cristina de la Torre, 25 de enero de 2021.

    «Ternura»​, Óleo, Autor: Mae de la Torre, Quito-Ecuador.

  • ¿Qué representa el Año Nuevo?

    ¿Qué representa el Año Nuevo?

    Una maravillosa posibilidad de autoevaluarnos y plantear nuevos objetivos o mantener los que ya tenemos. Dar gracias por todo lo recibido y reflexionar sobre los aprendizajes obtenidos.  Tomar la decisión de caminar hacia ese norte trazado en los diferentes aspectos de nuestra vida, con pequeños pasos que nos acerquen a ello.

    El primer día del 2021, siguiendo una tradición personal y familiar, logré conectarme con la naturaleza. En esta ocasión a 4000 m de altura en el Pasochoa, montaña de la sierra del Ecuador. Maravillosa oportunidad para sentir la creación en su máximo esplendor: el viento frío en las mejillas, el aire ligero en cada respiración, el sonido de las aves que cruzan por los cielos o del agua bajando por las acequias naturales; el poder observar la vegetación con hojas tan pequeñas por la altura, y sin embargo, flores que se abren camino dejándonos maravillados por sus colores y formas especiales, imponentes entre los pajonales mostrando su capacidad de sobrevivir, y simplemente de estar; esperando a ser descubiertas y de seguir transmitiendo esa energía positiva y esa luz.

    Cardo negro, Cirsium vulgare, Ana de la Torre, Pasochoa – Ecuador

    Una experiencia que me permitió aplicar el concepto de Mindfulness – el estar 100% presente en el momento, tener conciencia plena de lo que estoy haciendo, observando, sintiendo, escuchando – y que se convirtió en  un primer objetivo planteado para este 2021. Puede resultar complejo el aplicar la “conciencia plena”, sin embargo, en pequeñas situaciones diarias podemos ponerlo en práctica, empezando por algo tan sencillo como prestar toda mi atención cuando alguien me está hablando, esto es física, mental y emocionalmente. Ese pequeño acto puede significar una gran diferencia y derivar en resultados inesperados y muy gratificantes.

    ¿Cómo cambiarían las decisiones si todos escucháramos con el corazón? Sin tener una respuesta pre-fabricada antes que la otra persona haya terminado su idea sino concentrándonos realmente en eso que estamos escuchando.

    Los animo a leer sobre este concepto tan importante en este mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo y quien sabe, a usarlo en el día a día. De seguro es un objetivo que vale la pena ponerlo en práctica, e irlo conquistando poquito a poco. 

    Ana Cristina de la Torre, 07 de enero de 2021.

    Arete de Inca, Pasochoa – Ecuador, A. de la Torre
  • Reflexiones 2020

    Reflexiones 2020

    Estamos a punto de cerrar el año 2020, un año que ha representado un hito para la humanidad, donde todo el mundo se ha visto inmerso en un aislamiento social, donde para poder salir tenemos que usar medidas de bioseguridad como el uso de mascarillas, el distanciamiento y la desinfección permanente de manos, donde toda la industria del turismo se vio afectada al dejar de recibir visitantes por esta misma causa, donde miles de personas han pasado a otra vida y otras miles nos hemos quedado observando lo ocurrido, donde las brechas existentes se han abierto aún más y el resultado final de este virus COVID 19 tendrá sus efectos a nivel mundial, no solo a nivel socio-económico sino a nivel de la salud física y psicológica, pues muchas personas obligadas a aislarse no estaban preparadas para ello. Un año lleno de sensaciones y emociones diferentes que nos ha llevado a replantearnos la forma de hacer las cosas, que nos ha demostrado que podemos vivir diferente. Un año que nos ha enseñado el verdadero concepto de la resiliencia y que nos ha permitido ver cómo la naturaleza tiene esa capacidad de recuperación. Tan pronto la humanidad le dio espacio a la naturaleza, la vida silvestre se acercó y estuvo en lugares nunca vistos demostrando que sin la intervención nuestra puede llegar a ser lo que fue. 

    Recientemente leí la frase:

    “Estamos en la misma tormenta pero no en el mismo barco”.

    Me identifiqué inmediatamente y aunque ésta fue escrita antes de la pandemia para reflejar la crisis ambiental, social y económica, me parece que se ajusta perfectamente a lo que estamos viviendo ahora. Aun cuando esta crisis se encuentra afectando a toda la humanidad, cada persona se ha visto tocada de manera diferente. En mi caso, siento que mi barco está saliendo a flote, y no solo eso, se me dio la oportunidad de restaurarlo y prepararlo. Me permitió descubrir cómo manejarlo teniendo claro su curso y sabiendo que esta tormenta puede prolongarse. Me permitió comprender que si cuido de su interior el barco no se verá afectado; y, que el andar por aguas salvajes nos generará nuevas enseñanzas para poder mantener el rumbo y de ser necesario, marcar uno nuevo. He comprendido que no podemos controlar todo aquello que sucede; mas si, nuestras respuestas a dichos acontecimientos. 

    Hace ya nueve meses, casi al inicio del aislamiento social, tuve la primera oportunidad de hacer una lista de todo aquello de lo que debía estar agradecida. Ya estábamos encerrados y no precisamente en nuestra casa, pues la pandemia nos obligó a quedarnos en otra ciudad por dos meses sin aviso previo. En ese momento tuve dos opciones: la primera quejarme y preguntarme el porqué de esta situación- posiblemente esto me hubiese llevado a una cadena de pensamientos negativos que hubiesen derivado en más hechos negativos; la segunda, descubrir lo positivo en este hecho- definitivamente el tener junto a mí a toda la familia marcó la diferencia, y luego el tomar la decisión de iniciar un nuevo camino de aprendizaje, de aceptar nuevos desafíos, de permitirme vivir el momento y encontrar la magia en ello. Así comenzó una serie de nuevos descubrimientos para todos nosotros.

    Ya les contaré cada una de estas aventuras y los aprendizajes resultantes. Por ahora, el dar este primer paso y compartir por primera vez con ustedes mis pensamientos en lugar de dejarlos en mi cuaderno personal forma parte de este nuevo camino de transformación hacia lo que años atrás descubrimos junto con mi esposo como nuestra misión familiar y que después de este año lleno de aprendizajes la ratificamos como: “Ser portadores de luz y alegría”. 

    De todo corazón deseo que puedan contar todas esas bendiciones recibidas en el 2020 y que puedan enfocar su energía, su amor y su luz en ello, pues estoy convencida que ese es el camino hacia la transformación y el crecimiento personal. Que el 2020, nos lleve a repensar nuestro actuar, nuestra forma de relacionarnos con los demás, nuestra forma de sentir y sobre todo, que nos permita identificar todas esas enseñanzas y aprendizajes que seguro marcará un hito para la vida de muchas personas.

    A través de éste y los próximos escritos, espero poder de alguna manera topar sus corazones para que puedan encontrar esa luz y mantenerla encendida, sabiendo que ¡la magia consiste en estar presente en el ahora! 

    Ana Cristina de la Torre, 27 de diciembre de 2020