Etiqueta: mindfulness

  • Propósito

    Propósito

    Cada persona es un mundo.

    Cada mundo es una historia.

    Cada historia está llena de experiencias.

    Cada experiencia está llena de aprendizajes.

    Desde el momento en que llegamos a esta vida, estamos rodeados de personas que nos enseñan y nos guían. Indefensos y sin juicios aprendemos a interpretar el mundo a través de los lentes de otras personas y de la realidad en la que nos encontramos, normalmente nuestra familia cercana. A medida que crecemos, cada situación que vivimos, cada conversación que tenemos, cada relación que generamos, cada experiencia por lo que pasamos nos enseña a ver el mundo con unos lentes únicos, lo que nos permite construir nuestra propia realidad; una realidad exclusiva para cada persona, una realidad que va formando creencias en nosotros.  Estas creencias pueden movernos a la acción o en algunos casos nos pueden limitar, pues nos llevan a pensar que no somos capaces de alcanzar nuestros sueños, o peor aún, no nos han permitido que soñemos más allá de nuestra realidad.

    «Cada persona construye su realidad desde su experiencia y la realidad de cada persona es única.» 

    Joseph O’Connor and Andrea Lages – Coaching the Brain

     ¿Alguna vez has tenido ideas que empiezan con “no puedo” o “esto siempre me sale mal” o “es mejor que lo haga otro” o “qué pereza”? Estos son ejemplos de cómo una creencia puede limitar nuestra capacidad de acción y de dar un siguiente paso, de movernos hacia dónde queremos. ¿Qué hay detrás de esas preguntas? ¿Acaso alguna creencia más profunda que te hace pensar que no te lo mereces, o que no tienes el talento?

    La buena noticia es que solo el hecho de reconocerlas nos da la oportunidad de generar un cambio. El comprender que una creencia fue formada por una realidad no quiere decir que sea la realidad que debas vivir en adelante. El pasado no tiene por qué definir tu presente o tu futuro. Del pasado se obtiene aprendizajes y sobre ello tomas nuevos caminos y nuevas acciones. ¡Tú y solo tú decides quién eres y hacia dónde quieres ir!

    Dicho esto, aprovecho estas líneas para explicarte sobre la magia del coaching. El coach es una persona que te puede acompañar a identificar aquellas creencias, aquellos hábitos, aquellos pensamientos que no te permiten dar un siguiente paso. Normalmente lo sabemos, sin embargo, nuestro cerebro está tan acostumbrado a actuar de cierta manera porque “se la creyó” que no le interesa cambiar de hábito. Es más fácil seguir cómo está.

    «Los hábitos son nuestros amigos cuando queremos quedarnos igual, pero cuando queremos cambiar se convierten en nuestro enemigo.»

    Joseph O’Connor and Andrea Lages – Coaching the Brain

    El coach te lleva a la autorreflexión, permitiéndote descubrir en ti mismo el origen de aquellos hábitos que te gustaría dejar y aquellas creencias que quisieras transformar. Suena difícil, sin embargo el primer paso consiste en comprender que “SI ES POSIBLE”.  Aunque a nuestro cerebro le gusta quedarse cómo está, también está dispuesto a interpretar la realidad o las experiencias pasadas desde un nuevo punto de vista, a generar un nuevo camino y a empezar a andar sobre éste, hasta volverlo un nuevo hábito que en esta ocasión nos permitirá motivarnos, impulsarnos y movilizarnos.

    «Para cambiar un hábito de pensamiento debes actuar diferente, para cambiar un hábito de acción debes pensar diferente.»

    Joseph O’Connor and Andrea Lages – Coaching the Brain

    Creo firmemente que mientras más personas se formen en este camino, mejor va a estar el mundo. ¿Por qué? Porque el coach es quien te lleva de un lugar a otro. Pero no quien te lleva de la mano, sino quien te acompaña para que tú descubras en tu interior esa luz que está esperando a ser encendida y que va a iluminar el camino por donde quieres transitar sabiendo que lo único que hace falta es dar ese primer paso. Es quien te ayuda a que tú reconozcas aquellos hábitos que probablemente no están aportando en tu vida, aquellas creencias que quizás están limitando tu acción o peor aún, que te hacen sentir que tú no puedes llegar a ser lo que sueñas.

    Te invito a reflexionar sobre tus creencias. Te invito a ponerte unos lentes con un filtro diferente, un filtro de luz, un filtro de amor, de amor primero contigo mismo y después con los demás. Te invito a sumarte en esta ola de servicio, de entrega, de comunidad. ¡Te invito a caminar en tu vida con propósito!

    Ana Cristina de la Torre – Abril, 2021.

    «Espejo»​, Óleo, Autor: Mae de la Torre, Quito-Ecuador.
  • Un nuevo amanecer

    Un nuevo amanecer

    ¿Qué está pasando hoy y aquí?  ¿Te diste cuenta de qué color amaneció hoy el cielo? ¿Prestaste atención a esos sonidos que llegan a través de tu ventana cuando amaneces? ¿Pudiste distinguir sonidos propios de la naturaleza? ¿Le diste la oportunidad a tu cuerpo de estirarse sintiendo que cada parte de éste despertaba y se preparaba para el día? ¿Respiraste profundamente permitiendo oxigenar cada célula de tu cuerpo y recibiendo y distribuyendo esa energía llena de luz en todo tu ser? ¿Diste Gracias por una nueva oportunidad y un nuevo desafío de vivir? ¿por simplemente despertar? ¿por sentir, por mirar, por escuchar…?

    Muchas veces al despertarnos, permitimos que tantas ideas vengan a nuestra cabeza, nos ponemos a planificar el día, quizás analizamos eventos del día anterior y cuestionamos decisiones o acciones del pasado. Quizás nos proponemos hacer o decir algo que ayer no logramos. Tomamos nuestro celular y nos ponemos a leer noticias, redes y cualquier otra cosa que “consideramos importante”. 

    Te has puesto a pensar que el hecho de haberte despertado es el primer acontecimiento grande del día y hay que celebrarlo y honrarlo como tal. Con este pequeño detalle empieza la posibilidad de muchas acciones y empieza la posibilidad de concentrarnos en el aquí y en el ahora.  El despertarnos es un acto tan simple que puede pasar desapercibido o algo tan grande que podemos darle el espacio que corresponde dedicando el 100% de los sentidos al cuerpo y a la mente. Una pequeña acción que ayuda a dejar de lado al Yo 1 (esa voz interior que desde el amanecer intenta interferir), dando paso a nuestro cuerpo, a sentir; empezando a conquistar un nuevo hábito que no te toma más allá de 10 minutos y que puede hacer la diferencia. Una pequeña acción de vivir el presente y cada momento que lo acompaña, que con seguridad te generará mejores resultados y te regalará una nueva perspectiva al sensibilizarte con tu entorno.  No se trata de dejar de hacer lo que haces, se trata de colocar toda tu atención en cada detalle empezando por aquel que te está regalando un nuevo día, es simplemente actuar con conciencia desde ese primer momento. Los desafíos que tenemos por delante pueden ser muy grandes, y, sin embargo, puedo asegurarte de que el empezar con gratitud y con todo tu ser hará la diferencia.

    Pequeñas conquistas generan grandes resultados.

    ¿Estás dispuesto a dar ese primer paso?

    Ana Cristina de la Torre, 14 de febrero de 2021

  • Descubriendo «El Juego Interior»​

    Descubriendo «El Juego Interior»​

    Como ya les he contado, el año pasado representó para mí un camino de aprendizaje en todo sentido. La vida me dio la oportunidad de incorporar nuevos conceptos que me llevaron a la reflexión, y que de alguna manera siempre estuvieron ahí y que ahora quiero compartir con ustedes.

    ¿Te suena familiar esa vocecita en la cabeza que te habla diciéndote frases como: “mejor mañana”, “esto es muy difícil para mí”, “esto no fue destinado para mí”, “que suerte que tienen ellos”, “que pereza”, “no tengo tiempo”, “algún día será” y tantas otras frases que normalmente interfieren en algo que te gustaría hacer o que sabes que quieres hacer, pero hasta el día de hoy no lo has logrado?  Son aquellos pensamientos que te permiten justificar ¿por qué no has caminado hacia ese sueño tan anhelado? Esas voces que no te permiten actuar o que te paralizan cuando estás dispuesto a hacerlo. Esas creencias que están en tu cabeza decidiendo por ti y limitando tu accionar porque te recuerdan comentarios negativos que has escuchado sobre ti o experiencias pasadas que tal vez resultaron diferente a cómo las esperabas.

    ¿Sabías que todos los seres humanos escuchamos esa voz? Ha estado ahí casi desde que empezamos a entender el mundo que nos rodea y desde que fuimos influenciados por nuestro entorno y nuestras experiencias. Esa voz creció con nosotros y se convirtió en una especie de “consejero” que, aunque parecía que intentaba prevenirte de algún “mal momento”, en el fondo lo que hacía es detener tus posibilidades de crecimiento y aprendizaje.

    Timothy Gallwey, reconocido como el padre del Coaching a través de su libro “El Juego Interior del Tenis” publicado por primera vez en 1974 y con su última edición en el 2006, bautiza a esa vocecita que interfiere como el “Yo 1”.  Además, nos cuenta que dentro de nosotros también hay el denominado “Yo 2”. Éste es nuestro verdadero ser, el que sabe realmente quienes somos, el que conoce nuestro verdadero potencial y lo capaces que somos para alcanzarlo. El Yo 2 es el que nos lleva a la acción, el que nos da seguridad y confianza sobre lo que somos y podemos ser, el que nos permite caminar hacia adelante porque fuimos destinados para ello. El que nos permite reconocer nuestras aptitudes y capacidades. El Yo 2 nació con nosotros, nos permitió aprender a caminar sin ningún tipo de interferencia. ¡Sí! ¡Nos caímos! y volvimos a levantarnos. ¡Sí! ¡Nos equivocamos! y eso nos trajo experiencia. ¡Sí! ¡Algunas veces perdimos! y fue cuando más aprendimos.

    El Juego Interior se trata de eso. Siempre habrá dentro de nosotros un Yo 1 diciendo no puedo y un Yo 2 dispuesto a darlo todo e ir detrás de nuestros sueños y de nuestros anhelos. El Yo 2 será quien nos lleve a dar ese primer paso.

    La buena noticia es que al reconocerlos podemos comprender cómo manejarlos… todo comienza por identificarlos.

    ¿A quién quieres alimentar: al Yo 1 o al Yo 2?

     Ana Cristina de la Torre, 25 de enero de 2021.

    «Ternura»​, Óleo, Autor: Mae de la Torre, Quito-Ecuador.

  • ¿Qué representa el Año Nuevo?

    ¿Qué representa el Año Nuevo?

    Una maravillosa posibilidad de autoevaluarnos y plantear nuevos objetivos o mantener los que ya tenemos. Dar gracias por todo lo recibido y reflexionar sobre los aprendizajes obtenidos.  Tomar la decisión de caminar hacia ese norte trazado en los diferentes aspectos de nuestra vida, con pequeños pasos que nos acerquen a ello.

    El primer día del 2021, siguiendo una tradición personal y familiar, logré conectarme con la naturaleza. En esta ocasión a 4000 m de altura en el Pasochoa, montaña de la sierra del Ecuador. Maravillosa oportunidad para sentir la creación en su máximo esplendor: el viento frío en las mejillas, el aire ligero en cada respiración, el sonido de las aves que cruzan por los cielos o del agua bajando por las acequias naturales; el poder observar la vegetación con hojas tan pequeñas por la altura, y sin embargo, flores que se abren camino dejándonos maravillados por sus colores y formas especiales, imponentes entre los pajonales mostrando su capacidad de sobrevivir, y simplemente de estar; esperando a ser descubiertas y de seguir transmitiendo esa energía positiva y esa luz.

    Cardo negro, Cirsium vulgare, Ana de la Torre, Pasochoa – Ecuador

    Una experiencia que me permitió aplicar el concepto de Mindfulness – el estar 100% presente en el momento, tener conciencia plena de lo que estoy haciendo, observando, sintiendo, escuchando – y que se convirtió en  un primer objetivo planteado para este 2021. Puede resultar complejo el aplicar la “conciencia plena”, sin embargo, en pequeñas situaciones diarias podemos ponerlo en práctica, empezando por algo tan sencillo como prestar toda mi atención cuando alguien me está hablando, esto es física, mental y emocionalmente. Ese pequeño acto puede significar una gran diferencia y derivar en resultados inesperados y muy gratificantes.

    ¿Cómo cambiarían las decisiones si todos escucháramos con el corazón? Sin tener una respuesta pre-fabricada antes que la otra persona haya terminado su idea sino concentrándonos realmente en eso que estamos escuchando.

    Los animo a leer sobre este concepto tan importante en este mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo y quien sabe, a usarlo en el día a día. De seguro es un objetivo que vale la pena ponerlo en práctica, e irlo conquistando poquito a poco. 

    Ana Cristina de la Torre, 07 de enero de 2021.

    Arete de Inca, Pasochoa – Ecuador, A. de la Torre
  • Reflexiones 2020

    Reflexiones 2020

    Estamos a punto de cerrar el año 2020, un año que ha representado un hito para la humanidad, donde todo el mundo se ha visto inmerso en un aislamiento social, donde para poder salir tenemos que usar medidas de bioseguridad como el uso de mascarillas, el distanciamiento y la desinfección permanente de manos, donde toda la industria del turismo se vio afectada al dejar de recibir visitantes por esta misma causa, donde miles de personas han pasado a otra vida y otras miles nos hemos quedado observando lo ocurrido, donde las brechas existentes se han abierto aún más y el resultado final de este virus COVID 19 tendrá sus efectos a nivel mundial, no solo a nivel socio-económico sino a nivel de la salud física y psicológica, pues muchas personas obligadas a aislarse no estaban preparadas para ello. Un año lleno de sensaciones y emociones diferentes que nos ha llevado a replantearnos la forma de hacer las cosas, que nos ha demostrado que podemos vivir diferente. Un año que nos ha enseñado el verdadero concepto de la resiliencia y que nos ha permitido ver cómo la naturaleza tiene esa capacidad de recuperación. Tan pronto la humanidad le dio espacio a la naturaleza, la vida silvestre se acercó y estuvo en lugares nunca vistos demostrando que sin la intervención nuestra puede llegar a ser lo que fue. 

    Recientemente leí la frase:

    “Estamos en la misma tormenta pero no en el mismo barco”.

    Me identifiqué inmediatamente y aunque ésta fue escrita antes de la pandemia para reflejar la crisis ambiental, social y económica, me parece que se ajusta perfectamente a lo que estamos viviendo ahora. Aun cuando esta crisis se encuentra afectando a toda la humanidad, cada persona se ha visto tocada de manera diferente. En mi caso, siento que mi barco está saliendo a flote, y no solo eso, se me dio la oportunidad de restaurarlo y prepararlo. Me permitió descubrir cómo manejarlo teniendo claro su curso y sabiendo que esta tormenta puede prolongarse. Me permitió comprender que si cuido de su interior el barco no se verá afectado; y, que el andar por aguas salvajes nos generará nuevas enseñanzas para poder mantener el rumbo y de ser necesario, marcar uno nuevo. He comprendido que no podemos controlar todo aquello que sucede; mas si, nuestras respuestas a dichos acontecimientos. 

    Hace ya nueve meses, casi al inicio del aislamiento social, tuve la primera oportunidad de hacer una lista de todo aquello de lo que debía estar agradecida. Ya estábamos encerrados y no precisamente en nuestra casa, pues la pandemia nos obligó a quedarnos en otra ciudad por dos meses sin aviso previo. En ese momento tuve dos opciones: la primera quejarme y preguntarme el porqué de esta situación- posiblemente esto me hubiese llevado a una cadena de pensamientos negativos que hubiesen derivado en más hechos negativos; la segunda, descubrir lo positivo en este hecho- definitivamente el tener junto a mí a toda la familia marcó la diferencia, y luego el tomar la decisión de iniciar un nuevo camino de aprendizaje, de aceptar nuevos desafíos, de permitirme vivir el momento y encontrar la magia en ello. Así comenzó una serie de nuevos descubrimientos para todos nosotros.

    Ya les contaré cada una de estas aventuras y los aprendizajes resultantes. Por ahora, el dar este primer paso y compartir por primera vez con ustedes mis pensamientos en lugar de dejarlos en mi cuaderno personal forma parte de este nuevo camino de transformación hacia lo que años atrás descubrimos junto con mi esposo como nuestra misión familiar y que después de este año lleno de aprendizajes la ratificamos como: “Ser portadores de luz y alegría”. 

    De todo corazón deseo que puedan contar todas esas bendiciones recibidas en el 2020 y que puedan enfocar su energía, su amor y su luz en ello, pues estoy convencida que ese es el camino hacia la transformación y el crecimiento personal. Que el 2020, nos lleve a repensar nuestro actuar, nuestra forma de relacionarnos con los demás, nuestra forma de sentir y sobre todo, que nos permita identificar todas esas enseñanzas y aprendizajes que seguro marcará un hito para la vida de muchas personas.

    A través de éste y los próximos escritos, espero poder de alguna manera topar sus corazones para que puedan encontrar esa luz y mantenerla encendida, sabiendo que ¡la magia consiste en estar presente en el ahora! 

    Ana Cristina de la Torre, 27 de diciembre de 2020